Lo que algunos críticos han dicho sobre "Silencio roto"

CINEMANÍA - Carlos F. Heredero

(...) De su capacidad para dar sentido dramático al paso del tiempo, de su habilidad para armonizar los ecos referenciales de la historia con la coherencia de una dramaturgia propia y del temblor interno de sus planos nace la grandeza de esta obra maestra sobre el maquis. Del profundo respeto que las imágenes muestran hacia los personajes y hacia los espectadores, de la forma combativa, no quejumbrosa y no derrotista que tiene de contar la derrota, y de la proyección reflexiva sobre nuestro presente nace su condición de obra necesaria, estrictamente imprescindible para nuestra conservadora y olvidadiza España de hoy.

EL PAÍS. EL ESPECTADOR - Ángel Fernández-Santos

http://www.elpais.es/suplementos/espectador/20010429/03.html

(...) Montxo Armendáriz lleva en "Silencio roto" a su última consecuencia, la maestría absoluta, el conmovedor susurro de elocuencia del estilo que maduró en Secretos del corazón. (...) Armendáriz, con la genial conjunción coral que logra dar a los intérpretes, conquista una de las más elevadas hazañas que cabe dentro de una pantalla: otorgar tanta y tan contagiosa vida a un trenzado de personajes, que éstos fantasmas imaginarios se nos hacen más que reales, que su alcance sobrepasa al de su piel y siguen estando en pantalla cuando ya no están en ella; que se aferran con tanta fuerza a la memoria que ésta convierte en presencia a su ausencia. Y entramos en el territorio del milagro cinematográfico

GUÍA DEL OCIO - Fernando Méndez-Leite

(...) Armendáriz rueda con depurada limpieza y utiliza los recursos expresivos del cine clásico con personalidad y maestría. Al mismo tiempo, siempre sabe encontrar el tono que conviene a su historia (...) Todos los actores están muy bien, pero permítanme destacar la sinceridad y hondura que imprimen a los suyos Mercedes Sampietro y Alvaro de Luna, el desgarro de Alicia Sánchez, la verdad naturalista de Ramón Barea. Y por supuesto, a Lucía Jiménez, que lleva el peso más duro a sus espaldas, y a sus jóvenes y excelentes compañeras, María Botto y María Vázquez.

EL MUNDO (METRÓPOLI) - Alberto Bermejo

(...) La cadencia de su manera de contar -junto a otras virtudes tan inhabituales como la austeridad, la contención o el rigor- ha sido desde siempre una de las principales señas de identidad de este cineasta meticuloso para el que es tan importante lo que muestra como lo que sugiere. (...) Lucía Jiménez, portentosa en su mimetismo con los ademanes y la forma de moverse de la época, confirma en grado superlativo que tras su imponente presencia se esconde una actriz con infinitas posibilidades.

ABC - E. Rodríguez-Marchante

(...) Un cineasta tan sutil y escandalosamente íntimo como Montxo Armendáriz, capaz de filmar el trasluz de un sentimiento, coloca una cámara esponjosa en el centro, por así decir, de un pueblo "engruyerecido" por la guerra, preñado de agujeros y ausencias que ocupan mucho más sitio que el que dejaron (...) No hay apenas en el tono que usa Armendáriz ni un atisbo de nostalgia: aparte del inevitable hecho de los dos bandos, esta película inventa otra división del mundo menos prosaica: los que esperan y los que nunca llegan (...) El resto del elocuente silencio lo rompen el rostro altivo de Mercedes Sampietro y los hombros caídos de Álvaro de Luna. Lo que vienen a decir entre todos, aunque especialmente la entrelínea de Armendáriz es que la resistencia, al fin y al cabo, era quedarse.

LA VANGUARDIA - Lluis Bonet Mojica

(...) Sobre este personaje femenino, que Lucía Jiménez asume con talento, se articula una película coral, impecablemente escrita e implacablemente fotografiada (notable trabajo de Guillermo Navarro) (...) La veracidad de "Silencio roto" se basa en el hecho de que Armendáriz orilla cualquier tentación maniquea. Porque no hay ni buenos ni malos en tiempos de infamia. (...) En "Silencio roto" aparecen seres de carne y hueso, guerrilleros cuyas ideologías también colisionan, sueños difuminados. Es una película ejemplar, apasionante y que va a dejar huella.

EL PERIÓDICO - Quim Casas

"Silencio roto", una mirada limpia en lo más crudo de la cruda posguerra. Una película antifascista, pero también el retrato objetivo de una lucha mal llevada, o insuficiente, o estratégicamente incorrecta. (...) Lucía contempla desde la calle a la joven esposa de un cabo de la Guardia Civil, que a su vez la mira desde la ventana. Cuando muere el cabo, se repite idéntica situación pero con el punto de vista y la planificación inversa. Ni vencedores ni vencidos.

CARTELERA TURIA - Vicente

(...) Es muy interesante el que a Armendáriz le haya interesado huir de la peripecias y anécdotas de la lucha armada del maquis, algo que hubiese resultado muy trivial, para centrarse en las vivencias de los habitantes del pueblo y, sobre todo, de las mujeres que desde la más pura pasividad o desde la complicidad sufren tanto como los que están arriesgando la vida con las armas. (...) El resultado es una historia dura, descarnada, en la que se combinan de forma vertiginosa momentos de amor y esperanza con otros de violencia y muerte. Lo mejor de Silencio roto está en la complejidad de un relato que intenta huir de cualquier maniqueísmo que divida a los personajes en buenos y malos de una sola pieza.

DIRIGIDO POR - Carlos F. Heredero

(...) Un relato que avanza firme y seguro sobre una columna vertebral de gran musculatura narrativa (el itinerario de iniciación, crisis y madurez que recorre Lucía), pero que es capaz, también, de destilar bajo los pliegues de sus imágenes un caudal de sugerencias internas. (...) El plano que recoge finalmente en el pajar a Lucía, sola y desgarrada, condensa de forma elocuente el sentido del discurso: la tenue y cimbreante luz de la vela que la alumbra, en medio de la asfixiante negrura del entorno, opera como metáfora de la ilusión combativa que todavía alienta en Lucía y que la impulsa, en medio del dolor devastador de la pérdida, a terminar de escribir la carta que Hilario había empezado a redactar para Genaro.

HERALDO DE ARAGON - Carmen Puyó

(...) Posee Armendáriz una capacidad especial y asombrosa para dos cosas fundamentales en el buen cine: saber componer guiones con un estilo brillante y dirigir a los actores, sea cual sea el papel que han de interpretar, con una soltura y una sabiduría que pocos poseen (sólo los maestros). Así es como este gran cineasta, que hace de la sencillez un arte, ha conseguido desde su primera película, la inolvidable Tasio, hacerse con una de las mejores filmografías de nuestro país. (...) A destacar, muy especialmente, el extraordinario trabajo que realizan, sin excepción, todos los actores.

TELEPOLIS.COM - Noemí Jansana

http://www.telepolis.com/cgi-bin/web/cinecriticas?dir=silencio_roto

(...) Silencio roto es la radiografía de una guerra ya casi olvidada, y un ejercicio necesario de rememoración. (...) Porque no nos engañemos, Silencio roto nos cuenta la historia del fracaso del movimiento guerrillero, pero no lo hace de una manera quejumbrosa ni victimista. (...) En definitiva, una historia comprometida, a la altura del mejor cine político y social, con ingredientes de melodrama intimista.

CINESTRENOS.COM - Alejandro del Pino

http://www.cinestrenos.com/cartelera/critica/silencio/silencio.htm

Silencio roto, la última película del realizador navarro Montxo Armendáriz, se enfrenta con valentía a esa figura histórica (el maquis) desde una perspectiva poco usual -la visión de las mujeres que apoyaban a los guerrilleros del monte- y huyendo de las inter-pretaciones maniqueas. El director de Secretos del corazón no renuncia a un claro posicionamiento ideológico pero asume en todo momento que la realidad es compleja y que en cualquier conflicto armado siempre hay víctimas y verdugos en ambos bandos. Pero más allá de una interpretación ideológica la cinta de Armendáriz es una conmovedora historia de amor y supervivencia.

LA BUTACA.NET

Miguel A. Refoyo http://www.labutaca.net/films/3/silencioroto1.htm

(...) La excelente fotografía de Guillermo Navarro, la exquisita música de Pascal Gaigne y las maravillosas interpretaciones aportadas por unos talentos, en estado de gracia, como los de Lucía Jiménez, Mercedes Sampietro y Álvaro de Luna conceden a "Silencio Roto" un magnífico retrato histórico de la utopía como símbolo de lucha y del amor perdido como injusticia de las causas frustradas.

Fernando Bernal http://www.labutaca.net/films/3/silencioroto2.htm

(...) Todo el filme recae en la pareja de enamorados que conforman Juan Diego Botto y Lucía Jiménez. Él confirma su talento intermitente para este oficio y alcanza uno de sus mejores registros; ella se consolida como una de las mejores actrices jóvenes de la actualidad (...) "Silencio roto" constituye una obra necesaria, resulta agradable para el espectador, tierna y emotiva, pero que esconde una profunda reflexión social y política.

SECCIÓN OFICIAL.COM - Luis Miguel Sanz

http://www.seccionoficial.com/opiniones/criticas_01/silencio.htm

"Silencio Roto"supone uno de los pocos acercamientos, y el más logrado hasta el momento, a la lucha antifranquista de los maquis (...) También resulta novedosa la película en el punto de vista que adopta, ya que se centra en las mujeres. El film, se desarrolla bajo el punto de vista de Lucía, pero acierta al ceder protagonismo a otras mujeres: esposa, novia, madre, hermana o hija de un maquis.

CINEMAGAZINE.COM - Cristina G. Montero

http://www.cinemagazine.com/indexcm.htm

(...) Además de presentarnos una historia sobre la que pensar, Armendáriz se recrea en unos personajes selectos, un placer para el espectador, ya que los actores, elegidos concienzudamente, hacen un trabajo impecable. Además de la frescura de los jóvenes Lucía Jiménez y Juan Diego Botto, podemos disfrutar con una galería de secundarios de lujo como Mercedes Sampietro, Alvaro de Luna, María Botto (excelente), Rubén Ochandiano, Pepo Oliva... (...) El monte, gracias a la fotografía de Guillermo Navarro, adquiere una dimensión llena de metáforas, que nos recuerdan la libertad, el honor, la desesperación de estos hombres.

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