No tengas miedo
Textos
CUANDO TE DESTRUYEN EL PASADO
Hubo un tiempo en que estaba convencido de que nunca podría contar esta historia. Llevaba ya varios meses entrevistando a personas que habían sufrido abusos en su infancia. Y ante lo que me contaban, me sentía perdido, desconcertado. No sabía muy bien lo que buscaba, pero tenía la certeza de que en cada una de sus vidas había una historia, una película. Y aunque no encontraba la forma de llevarla a la pantalla, seguía recopilando materiales sobre el tema, leyendo libros, hablando con víctimas que se prestaban generosamente a contarme sus vivencias, acumulando anécdotas, hechos, frases, gestos, cualquier cosa que llamase mi atención. Porque creía que tanto dolor e impotencia, tanta valor y esfuerzo, no podían quedar en el anonimato, no podían quedar silenciados al igual que quienes los sufrían.
Así iban pasando los días y, al igual que Truman Capote vagó durante cinco años por las llanuras de Kansas en busca de las circunstancias que dieran sentido al irracional asesinato que luego plasmó en su inolvidable relato A sangre fría, yo pasaba de entrevista a entrevista con la vaga esperanza de encontrar algún elemento que diera sentido a todo aquel material. No era la primera vez que trabajaba sin saber muy bien cuál era la finalidad de todo ese esfuerzo. Desde hacía tiempo, había aprendido que para acceder a lo cualitativo, a lo diferente, primero se necesita de lo cuantitativo, de la acumulación de datos.
Una tarde me dirigía a uno de esos encuentros casi rutinarios con una de las personas que había sufrido abusos. Mi rostro debía reflejar el cansancio y la frustración de quien no esperaba encontrar nada nuevo. Apenas hablamos. O mejor dicho, apenas hablé yo, porque fue ella la que sin necesidad de preguntarle nada me dijo: "Cada nuevo día lo vivo como si fuera el primero de mi vida. Es lo único que me ayuda a seguir adelante". Y tras un silencio, añadió: "Tú tienes un pasado sobre el que seguir construyendo algo. Otras no lo tenemos. Eso es lo que nos diferencia". No supe qué decir. Tampoco hablamos mucho más. Solo le di las gracias y, al poco, nos despedimos.
Aquella noche, al llegar a casa, anoté este breve comentario como resumen de lo hablado: "Cuando te destruyen el pasado, necesitas construir uno nuevo día a día". A partir de esta idea comenzó a cobrar sentido la historia que buscaba. Y, poco a poco, fue surgiendo No tengas miedo: la historia de una joven a la que destrozaron su infancia, a la que le negaron el derecho a ser dueña de su propio cuerpo. Una historia de dependencia y, por lo tanto, de abuso, de poder, de dominación. Como muchas otras. Pero también la historia de una joven que se enfrenta con determinación a ese pasado y decide construir su propio destino, día a día, como si fuera el primero de su vida. Como lo hacen y lo siguen haciendo tantas víctimas que esperan encontrar el reconocimiento y la comprensión que les hemos negado tantas veces.
Montxo Armendariz – Director y Guionista
(texto publicado en El País, 28/04/2011)
TESTIGOS DE LO INVISIBLE
Cuando alguien vive una situación extraña o de agresión en la calle, lo primero que hace por puro instinto, es mirar a los costados buscando ojos ajenos que puedan certificar lo ocurrido. Otras miradas que acompañen. Con el dolor a veces pasa lo mismo: nos hacen falta testigos. El ser vistos u oídos mientras atravesamos algún conflicto nos reconfirma que eso que nos sucede es real. No estamos locos. No mentimos. Si alguien ve, da entidad: entonces eso existe. Por eso tener un testigo de la propia llaga es un alivio.
Cuando alguien viola un cuerpo, viola más que un cuerpo. Manosea muchas otras partes, incluso aquellas que no pueden tocarse. Las personas abusadas se separan de sus huesos durante ese trance. Vuelan con la cabeza lejos, a otra parte. Es un viaje largo y solitario. Y cuando vuelven, vuelven sin voz. No solo la dignidad y la piel les han sido robadas sino hasta lo más sutil: las palabras.
Contamos esta historia con la intención de prestarles las propias, para que puedan sentirse menos solas. Intentamos buscarles testigos de ese viaje… Narrar lo que ellas/os viven o han vivido, con el deseo de que haya alguien ahí, para escucharlo.
Maria Laura Gargarella – Argumentista de ”No tengas miedo”
(texto publicado en la web de la película)
NO TENGAS MIEDO:
TODA UNA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
J.L. Pedreira Massa
(Psiquiatra y Psicoterapeuta de infancia y adolescencia)
Las bellas artes cuando se comprometen con la realidad social y con sus problemas reales, sobre todo con los de las minorías y con los temas tabú, son los momentos cuando se engrandecen y cuando se acercan al gran público. Es cierto que no es misión de las bellas artes solucionar los males y problemas del mundo, pero sí que es su responsabilidad ponerlos en evidencia, narrar la realidad, hacer pensar y, sobre todo, ser testigos de su existencia y difundir los temas para que la sociedad en su conjunto sea consciente de sus grandezas, pero también de sus servidumbres.
La Infancia ha sido muy tratada en casi todas las manifestaciones artísticas, en la mayoría de las ocasiones tres han sido las orientaciones: desde un mundo “rosa” lleno de un empalagoso contenido; desde el paternalismo existente sobre la protección y la culpa en el mundo de los adultos y, por fin, desde el sensacionalismo de pretender denunciar un hecho, a la par que se le banaliza y se trasmite con escasa credibilidad.
Montxo Armendáriz había escrito y realizado una visión del mundo infantil llena de sensibilidad y con gran riqueza narrativa, lo había hecho sin concesiones a la galería y con un gran compromiso, introduciendo innovaciones cinematográficas: situar en los momentos clave la cámara a la altura de los ojos del protagonista, el niño Xabi. Así su “Secretos del corazón” alcanza muy altas cotas de calidad y realismo del mundo infantil, de un mundo infantil de descubrimiento de la vida con sus grandes preguntas acerca del amor, de la muerte y del sexo.
Tras esta incursión, hoy Montxo Armendáriz da un paso más y nos introduce en el durísimo tema de los abusos sexuales a la infancia. Tema manido, pero en otras latitudes y con las orientaciones de la triada definida al inicio: trivialización, paternalismo y sensacionalismo.
Montxo se acerca con rigor y con un gran compromiso. Lejos de exponer desde la judicialización o del sensacionalismo o de la presión culpabilizante y exculpabilizadora o desde el nivel individualista. Lejos de estas fáciles y comerciales exposiciones, Armendáriz nos adentra, con sensibilidad, finura, elegancia y rigor, en la mente de la víctima de los abusos, de sus sinsabores, de sus contradicciones, de su sentimiento de vacío, de su búsqueda por saber algo, por dar sentido a algo , de su… sufrimiento. Sí, nos expresa el terrible sufrimiento interior y personal en todo el proceso de evolución y de tránsito desde la infancia a la juventud. Nos explica, mejor que muchos libros de texto, lo que es algo tan difícil de conceptualizar como la disociación del funcionamiento psíquico y el tremendo sufrimiento que comporta.
Pero, sobre todo, Montxo nos expone un gran guión donde las sutilezas y los silencios ganan la partida a lo fácil y comercial que podía haber resultado explicitar todo. En el guión se busca al espectador como co-guionista para que termine la fina y elegante pincelada que el artista muestra con una cámara maestra en señalar sin explicitar, en exponer sin ofender, en aclarar sin paternalismo, en emocionar sin la fácil sensiblería. Pero, además, los actores fundamentales acompañan con interpretaciones aparentemente sencillas, sin histerismos ni exageraciones forzadas, ajustadas sin superficialidad, unas interpretaciones que trasmiten credibilidad y realismo. Son personajes que se acaban adentrando en nosotros mismos hasta conseguir la emoción sin sensiblería, así, simplemente, porque emociona y sobrecoge ver la crudeza de la realidad. Viendo la película aparecían en mi mente los nombres concretos, las imágenes precisas de los casos clínicos atendidos en mi larga vida profesional.
Esta película reconforta, reanima y hace que sea verdad lo que decía Marañón, “que el médico que solo lee medicina, ni medicina sabe”. Esta película pasa a ser el mejor texto sobre el que estudiar y comprender lo que ocurre en esas mentes abusadas, tanto para la población en general como para los profesionales de la pedagogía, del trabajo social, de la psicología, de la psiquiatría de la infancia (si existiera en España) y del adulto y de la pediatría. Será un gran instrumento para la formación y el debate. Sí, debería ser un texto obligatorio para el debate y la formación, porque es arte pero con un rigor superior, en muchas ocasiones, a lo que publican sobre el tema las revistas de mayor “impact-factor”.
Pero “No tengas miedo” termina siendo algo más que un juego de palabras para un título, se trasforma en el contenido para la propia salida en este tema de los abusos. Un saludo al optimismo y a que la salida de ese sufrimiento es enorme, claro que para ello hay que trabajar profesionalmente con estos niños y niñas de forma seria y precoz, claro que entonces debería haber profesionales como existen en otros países, pero eso, eso… será para ser abordado en otra ocasión y ¡ojalá! sea también contado por Montxo Armendáriz.
¿QUÉ ES E.M.D.R.?
EMDR –Eye Movement Desensitization and Reprocessing/ Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares)– es un innovador método psicoterapéutico descubierto y desarrollado por la Dra. Francine Shapiro desde 1987 y “uno de los más poderosos instrumentos terapéuticos que proporciona la psicología científica en la actualidad”.
Consiste básicamente en la estimulación bilateral de las dos partes del cerebro mediante el movimiento de ojos, o mediante cualquier otro sistema: sonido, palmeo, etc… Mientras se realiza la estimulación, se aplica un protocolo relacionado con las experiencias traumáticas, lo cual provoca una desensibilización y reprocesamiento de las mismas, acompañado de la desaparición de los síntomas.
Como es lógico, en la película su aplicación se realiza de forma sintética, como imagen y exposición visual del método, ya que su correcta aplicación requiere de la preparación del paciente y de un protocolo más largo y complejo.
SECUELAS EN VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL EN LA INFANCIA
La niña o el niño que sufre –o sufrió– abuso sexual presenta diversos tipos de trastornos físicos y psíquicos a corto y a largo plazo. El Manual de Prevención del Abuso Sexual Infantil, publicado por “Save the Children”, expone las siguientes consecuencias:
1. Consecuencias a corto plazo del abuso sexual infantil
- Físicas: pesadillas y problemas de sueño, cambios de hábitos de comida, pérdida de control de esfínteres.
- Conductuales: Consumo de drogas y alcohol, fugas, conductas auto lesivas o
suicidas, hiperactividad, bajada del rendimiento académico.
- Emocionales: miedo generalizado, agresividad, culpa y vergüenza, aislamiento, ansiedad, depresión, baja estima, rechazo al propio cuerpo.
- Sexuales: conocimiento sexual precoz e impropio a su edad, masturbación compulsiva, exhibicionismo, problemas de identidad sexual.
- Sociales: déficit en habilidades sociales, retraimiento social, conductas antisociales.
TABLA III: Principales consecuencias a corto plazo del abuso sexual en niños y adolescentes.
2. Consecuencias a largo plazo del abuso sexual infantil
El descubrimiento del abuso suele tener lugar bastante tiempo después (meses o años) de los primeros incidentes. Existen consecuencias de la vivencia que permanecen o, incluso, pueden agudizarse con el tiempo, hasta llegar a configurar patologías definidas. Por ejemplo:
- Físicas: dolores crónicos generales, hipocondría o trastornos psicosomáticos, alteraciones del sueño y pesadillas constantes, problemas gastrointestinales, desorden alimentario.
- Conductuales: intento de suicidio, consumo de drogas y alcohol, trastorno de identidad.
- Emocionales: depresión, ansiedad, baja estima, dificultad para expresar sentimientos.
- Sexuales: fobias sexuales, disfunciones sexuales, falta de satisfacción o incapacidad para el orgasmo, alteraciones de la motivación sexual, mayor probabilidad de sufrir
violaciones y de entrar en la prostitución, dificultad para establecer relaciones sexuales.
- Sociales: problemas de relación interpersonal, aislamiento, dificultades de
vinculación afectiva con los hijos.
TABLA IV: Principales secuelas psicológicas en victimas adultas de abuso sexual en la infancia.